Cocina con Isla ¿Si o no? Nuestros expertos te ayudan

Cocina con isla, sí o no, esa es la cuestión que nos planteamos al más puro estilo shakespeariano en el momento de tener que decidir antes de iniciar una remodelación o reforma integral de nuestra cocina. Cuando nos enfrentamos a cualquier dilema, lo primero que debemos hacer es conocer los pros y los contras de las opciones que tenemos por delante. Es por ello que intentaremos arrojar un poco de luz y ayudarte intentado definir, en primera instancia, las ventajas y desventajas de este tipo de diseño en cocinas.

Cocina con isla, sí o no. Ventajas y desventajas, funcionalidad y estética

No hay duda, las cocinas con isla son tendencia desde hace algún tiempo y se mantienen como favoritas en los gustos de la mayoría. Estéticamente son atractivas y, bien diseñadas y concebidas, permiten aprovechar los grandes espacios y sacarle mayor partido a la estancia, siempre y cuando la distribución sea la adecuada.

El concepto de cocina ha cambiado en lo que a su uso se refiere. El camino de este cambio ha llevado a convertirla en un lugar de interacción, encuentro y reunión. Se integra en la vida social de los habitantes de la vivienda y constituye un elemento decorativo más, dentro de la distribución general.

No por ello debemos olvidar cuales son las necesidades reales a las que debe responder, teniendo en cuenta el uso que se le vaya a dar durante toda su vida útil.

Ventajas de las cocinas con isla

Funcionalidad

La cocina con isla es una estructura de cuatro caras que permite el trabajo colectivo a un mismo tiempo. Cocinar entre varios es mucho más divertido o, dado el caso, cocinar y sentirse acompañado por alguien que te ameniza la tarea con una buena conversación.

Además, se cuenta con otra ventaja y es que es que se multiplican los espacios de almacenamiento, que pasan a convertirse en lugares de rápido y fácil acceso.

Versatilidad

Podremos decidir entre muy diversas opciones a la hora de destinar esos espacios, bien a muebles donde colocar los enseres de cocina, bien para instalar determinados electrodomésticos. Así mismo, se puede destinar una parte a almacenamiento de comida, a modo de pequeña alacena.

La encimera de la isla, según sus dimensiones, puede albergar una zona de uso tanto para elaboración como para compartir y disfrutar de forma informal de lo cocinado.

Espacio

Ganaremos espacio, ya que se aprovechan aquellos espacios muertos que van a facilitar la organización de las diversas actividades, cocinar, desayunar, cenas informales…

Diseño de ambientes

Cuando pensamos en cocina con isla, sí o no, debemos pensar en ese plus que nos da respecto del diseño. Lograremos definir un espacio amplio, libre de barreras totales como muros y puertas, con lo que conseguiremos una estancia más luminosa y un efecto de continuidad visual.

Sociabilidad

Porque la cocina se convierte en punto de encuentro, lejos de aquel pensamiento de que mejor que no se vea nada de lo que allí “se cuece”.

Unos taburetes colocados alrededor de la isla inducen a no abandonar el lugar y participar con la o las personas encargadas de cocinar, incluso a degustar in situ sin necesidad de desplazarse a otro lugar de la vivienda.

Momentos familiares que facilitan la conversación y la cooperación, tanto de familia como con amigos.

Estética

Visualmente son únicas y añaden un estilo muy personal a las cocinas, sin dejar de lado en ningún momento la comodidad y la accesibilidad.

Desventajas, que también las hay

Coste alto

En efecto, es una realidad tangible. Las cocinas con isla son más caras, ya que lo normal es que se hagan a medida de acuerdo al espacio y superficie disponibles.

Además, no podemos olvidar que, dependiendo de lo que incluya, habrá que reconducir estructuras y elementos. Por ejemplo, si incluye fregadero, hay que contar con la nueva ubicación de tuberías y desagües. Si incorpora placa o vitrocerámica, serán necesarias conducciones eléctricas y/o de gas. Igualmente sucederá si deseamos poner y usar algún otro electrodoméstico que tengamos que conectar a la red.

También debemos tener presente que habrá que contar con un extractor de humos que se sitúe en el lugar adecuado, así como la iluminación correspondiente. Todo tiene que ir bien ajustado y medido.

No hay vuelta atrás

Es una estructura que va a permanecer fija por lo que no cabe el arrepentimiento a coste cero. De ahí la importancia de contar con un asesoramiento profesional que te presente un proyecto en donde todos los detalles queden muy bien definidos y reflejados.

Una cuestión de espacio

Si queremos un resultado del todo satisfactorio, será necesario disponer de un espacio amplio. Lo recomendable es que entre la isla y el resto de elementos de mobiliario de nuestra cocina haya una distancia de un metro, con una horquilla que podría ir ajustada entre los 80 centímetros y los 110 centímetros, para que el uso y disfrute sea cómodo y satisfactorio. A menor distancia, el tránsito puede resultar poco ágil por lo que todo el proyecto deja de tener sentido.

En conclusión, ante el dilema planteado, cocina en isla, sí o no, sería acertado contar como mínimo, con estas cuestiones que planteamos. Existen otras soluciones intermedias, como las falsas isla, más bien se podrían considerar penínsulas, que dejan tres lados libres y uno adosado, pero se ajustan más y dan soluciones a espacio comprometidos.

Sea como fuere, un buen proyecto es indispensable antes de abordar el desembolso que supondrán la obra y los materiales. Asesoramiento, diseño y detalle para conseguir hacer realidad esa cocina que tanto se desea. La última palabra la tiene el cliente.